El usuario puede sanar desde heridas leves a graves, incluso regenerar miembros amputados como hacen algunos reptiles y salamandras.
Variaciones
El grado de recuperación puede ser distinto de un usuario a otro. Hay quien incluso sobrevive a la decapitación.
Físicamente pueden quedar cicatrices y marcas o desaparecer por completo cualquier signo de daño.
Normalmente funciona de forma pasiva.
En cierto grado puede conferir logevidad o incluso inmortalidad.
Puede incluir inmunidad o resistencia a toxinas como venenos y alcohol así como a enfermedades, necrosis o aturdimiento causado por descargas eléctricas (daños en el sistema nervioso) llegando incluso a reponerse de la radiación nuclear.
Puede comportar cierta capacidad de autosustento antes de mostrar decaimiento por falta de alimentos, cansancio, etc.
Puede incluir la reconexión de partes amputadas o separadas.
La propia sangre del sujeto u otras substancias pueden poseer facultades curativas aplicables a los demás.
Limitaciones
Suele existir un límite tanto físico como temporal para regenerar o reconectar tejidos.
Aunque se reparen células del cerebro, las nuevas pueden carecer de la información que poseían las originarias o no funcionar adecuadamente.
La curación acelerada puede ser un proceso doloroso dada la reconstrucción de nervios.
Si en lugar de reparar/revivir células dañadas, se trata de un proceso acelerado de división celular, puede comportar así mismo, envejecimiento acelerado.
Es una capacidad que requiere de altos costes energéticos a nivel biológico.
